Desperezando lánguidos aromas de nostalgia
La noche se apaga deshojando auroras
entre suspiros que se disuelven en la atmósfera,
desvanecidos del raudo caminar de los tiempos.
Reliquia de costumbre en las siestas vacías
El paisaje transita por las calles calladas
abiertas al rocío de los hojas resecas
que mienten que están muertas
son sueños resignados de viejas primaveras
Se abre cara a Dios cosquilleando allá arriba
en un punto muy alto de nubes nacaradas
el gris elevado de tierras a dos aguas.
Y entre esas montañas talladas por el Zonda
Corre el perfil mezquino de un río que canta
quizás en son de burla entre las toscas piedras
atravesando lo árido sin dejar secuelas.
La potencia solar pica en el cielo claro
Sus luces te dibujan movida por la mística
del perpetuo sentido de la paz que gobierna.
cobra fuerza la causa que te hace suprema.
El modo de la gente con tonada en las cuerdas
la loca idolatría de amistad verdadera
no es vinculo de sangre es solo la manera
que tienen de expresar que comparten esencia
Tiene mi tierra dulce mirada satisfecha
la experiencia nativa ha dejado sus huellas
mi gente aún conserva aquella ideología
de gozar con pasión de las cosas sencillas
Es ella la que anima el color de las hojas
es ella la que inspira el tenor de la brisa
es ella la que pinta los colores celestes
del impecable cielo en mi querida provincia
Y ella la transforma en la esfera precisa
de todo lo que quieren mis sueños de poetiza
(poema ganador en el Concurso A la Poesía
Convocado por motivo de cumplirse el
Cincuentenario de SADE San Juan)
Autora: Aguila Azul (C.E.)