Intentándolo (publicado en diario de Cuyo 2011)
Rezando entre los zondas,
por sujetar mi sombra al alma
Empuñando los sentimientos
hasta que se haga migajas.
Los brazos de mis montañas,
me consuelan desde que faltas.
Ellas me señalan hacia arriba,
indicándome por donde andas.
por alguna razón, esta justificada
Será que ellas también
en la punta de sus ojos
han congelado lagrimas
Para seguir de pie sin derrumbarse
por hondas y silenciosas nostalgias.
Solo cuando se deslíen sobre el río
susurran su pena a las aguas.
Yo estoy tratando de entenderlo
Pero si no puedo tengo esperanza.
Que entre las manos de Dios
tu alma de niño ya este acunada.
Aquella que escondiera atinadamente,
Bendito mi Cristo, en tus entrañas
Reglándome el honor de ser tu hija
a la que siempre tanto cuidabas
Porque mi espíritu rebelde y soñador,
era como un espejo para tu alma.
Por eso acercabas
almohadones a mis caídas
Antes que yo llegara a pasarlas,
Guiando el silencio de mis duelos
a estallar en profundas carcajadas.
Gritando la verdad y separando
Como siempre el maíz de la saña
Regalando momentos exquisitos
como cada uno de tus charlas.
Tu gusto en debatir deshojando conceptos
con tu juego exacto de palabras.
Recorro esos instantes que vivimos
porque añoro, sentirme acompañada.
En medio de esta angustia miro a Cristo,
que como vos, yo se, que nunca falla.
En esa fe, voy por la pendiente
enmascarando lágrimas que extrañan
Y como las montañas congelé el semblante,
pero ritmos de tonada las derraman. .
A mi Padre
( publicado en Diario de Cuyo 2011)
Te beso la
niebla de aliento infinito
Y disolvió
tu imagen en el misterio
de la
ausencia continua de los muertos.
la traición
del silencio del tiempo.
Y no te
dejo ver que el porvenir
Fue la estación pasada.
Te fuiste
desgastado de alegrías
Y entero de
vivir todos tus sueños
Envuelto en
este eterno amor que profesamos
y esperamos se espeje desde
el cielo.
Tu Magia ( a mi Padre publicado en Diario de Cuyo 2012)
Bolsillo
colmado de dulces fantasías
Patio de
juego de los sueños de tus hijas
Cabalgando
en un cuento con tus nietos
Inflo nubes
a tus pies el Señor Bueno
Y ahora también estás llenando lo s cielos.
Por recostar la luna en la laguna
que supo consolar tantos desvelos.
Y en la sala de la noche abrís el juego
Amontonando estrellas como fichas.
Y al no va más, la suerte toca a un punto.
Y abajo entre viñedos suena un beso.
Y un juguete hace feliz a un niño.
Y algún trasnochador de los inviernos
Abriga a los que duermen sin un
techo
en las plazas por pobres o por viejos.
repara desconsuelos.
Y bajas por el hilo del roció
a husmear los pensamientos.
Y salen de los labios de mi madre
tus conceptos.
Ríe la picardía de tus ojos en tu nieto
Y el otro prefiere los café al pelotero
El grande es calladito y responsable
Esconde el corazón de su abuelo.
Y tu princecita ya quiere vivir sueños
La Nena cambia el mundo en 3 segundos
Con la magia y la gracia de su viejo
La Mayor es la madre que has querido
Y yo te encuentro en cada verso,
Y hay ilusos que creen que te has ido.
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