Si
hoy me derrito en tu lecho
y
permito que las huellas,
aún
latentes se hagan marcas.
Mañana
cuando despierte
tu
casa será mi casa.
Mis
labios serán tus besos
mi vida será el presente,
de ese infierno,
de ese infierno,
que
te cuelga en las espaldas.
El
llanto será el almuerzo.
La
memoria el vil tormento
que
se hilvanan en mis sienes,
cuando
callas.
Sos la aturdida senda
de
los males condensados en el alma
Haz marcado en tantas jóvenes
la angustia
la angustia
Maltratando
sentimientos.
Inconsciente o con saña.
Y
ni un ápice de esto
se me acerca
se me acerca
cuando
me amas.
A. Azul
Publicado en Antologia Una Mirada al Sur.
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